Elegir correctamente el contenedor donde depositar los residuos de obra es fundamental para que la retirada sea rápida, segura y cumpla con la normativa. Además, te evita problemas, sobrecostes y posibles sanciones.
En este artículo te contamos qué tener en cuenta a la hora de elegir un contenedor de obra y qué opciones existen.
1. ¿Qué tipo de residuos vas a generar?
Antes de pedir un contenedor, debes identificar qué residuos vas a producir. No es lo mismo un derribo integral que una pequeña reforma.
Los residuos más habituales son:
- Escombros inertes (hormigón, ladrillo, cerámica).
- Residuos voluminosos (puertas, ventanas, muebles).
- Basura doméstica y plásticos (NO permitidos en contenedores de escombro).
- Residuos peligrosos (fibrocemento, envases contaminados).
→ Si vas a generar mezcla de residuos, tendrás que gestionarlos de forma diferenciada.
2. Ten en cuenta el volumen estimado
Los contenedores se miden por metros cúbicos (m³). Una orientación aproximada:
- 3 m³: Pequeñas reformas, baños o cocinas.
- 5-6 m³: Reformas medianas o desescombro de una estancia.
- 7-8 m³: Obra mayor o derribo parcial.
Truco práctico: Si dudas, es mejor un contenedor un poco mayor que uno que se quede pequeño.
3. Espacio disponible para colocarlo
Verifica:
✅ Si hay sitio en la vía pública o en la obra.
✅ Si necesitas permisos municipales (en la calle, casi siempre es obligatorio).
✅ Accesos para el camión.
4. Cumplimiento de la normativa
Recuerda que mezclar residuos con escombros está prohibido y genera un coste adicional en vertedero.
Si tienes dudas, consulta con nosotros antes de contratar tu contenedor.
Conclusión
Elegir bien el contenedor de obra te permite ahorrar tiempo, dinero y problemas. Si quieres que te asesoremos, contáctanos sin compromiso.
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Llámanos o pide presupuesto online. Te ayudamos a escoger la opción más adecuada para tu obra.
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